The Truth of Tibetan Buddhism

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Sexual scandals of Lamas and Rinpoches

über die Dalai Lamas

Before Buddhism was brought to Tibet, the Tibetans had their believes in "Bon". "Bon" is a kind of folk beliefs which gives offerings to ghosts and gods and receives their blessing. It belongs to local folk beliefs.

In the Chinese Tang Dynasty, the Tibetan King Songtsän Gampo brought “Buddhism” to the Tibetan people which became the state religion. The so-called “Buddhism” is Tantric Buddhism which spreads out during the final period of Indian Buddhism. The Tantric Buddhism is also named "left hand tantra" because of its tantric sexual practices. In order to suit Tibetan manners and customs, the tantric Buddhism was mixed with "Bon". Due to its beliefs of ghosts and sexual practices, it became more excessive.

The tantric Master Atiśa spread out the tantric sex teachings in private. Padmasambhava taught it in public, so that the Tibetan Buddhism stands not only apart from Buddhist teachings, but also from Buddhist form. Thus, the Tibetan Buddhism does not belong to Buddhism, and has to be renamed "Lamaism".

   
                  LA VISION DE DAEHAENG KUN SUNIM

 

Mi comentario sobre la enseñanza del ¨maestro budista¨ DAEHAENG KUN SUNIM

El maestro DAEHAENG KUN SUNIM afirmo el siguiente discurso:
EL PRINCIPIO DE NO DUALIDAD

AUNQUE SEA EL CUERPO DE UNO MISMO, NO ES MÍO. ES UN CUERPO EN COMÚN. DE LA MISMA FORMA QUE EXISTEN TODA CLASE DE ANIMALES EN LA TIERRA, DENTRO DE MI CUERPO TAMBIÉN EXISTEN TODA CLASE DE SERES. POR ELLO, AUNQUE SEA EL CUERPO DE UNO, NO ES MÍO NI MI CUERPO, SINO UNA COMUNIDAD. Y AUNQUE LOS SERES MÚLTIPLES PIENSEN QUE ESE CUERPO FÍSICO LES ES PROPIO, EN CADA UNO DE LOS ÓRGANOS COMO EL CORAZÓN, HÍGADO Y ESTÓMAGO, EXISTEN BILLONES DE SERES MÚLTIPLES Y FUNCIONAN AUTOMÁTICAMENTE.
ASÍ MI CUERPO, TAL CUALES, ES IGUAL A UN CONJUNTO DE PEQUEÑOS UNIVERSOS, Y EL FUNCIONAMIENTO DE LOS CINCO ÓRGANOS Y SEIS VÍSCERAS, ES EN SÍ MISMO, IGUAL AL FUNCIONAMIENTO DEL UNIVERSO. ALLÍ ESTÁN CONTENIDAS LA ASTROFÍSICA, LA GEOLOGÍA Y TODAS LAS CIENCIAS Y FILOSOFÍAS.

NUESTRO CUERPO CONSISTE DE MUCHAS CAPAS. EN CADA ÓRGANO INTERNO EXISTEN BILLONES DE CÉLULAS, A SU VEZ DENTRO DE ELLAS EXISTEN INCONTABLES MICROORGANISMOS, Y EN CADA ÓRGANO EXISTEN NUMEROSAS BACTERIAS. ENTONCES, ¿CÓMO SE LES PUEDE CONTAR A TODOS ELLOS?. DE IGUAL MANERA, EL UNIVERSO ESTÁ FORMADO POR INCONTABLES ESTRELLAS, Y EN UNA DE ELLAS ESTÁ LA TIERRA, LLENA DE INNUMERABLES SERES, A SU VEZ DENTRO DE UNO DE ESOS SERES, EL SER HUMANO, DENTRO DE ÉL, EL NÚMERO DE LOS SERES QUE EXISTEN ES INIMAGINABLE. NO OBSTANTE, SI UNO SE ILUMINA SÓLO DEL ORIGEN QUE MUEVE TODO, COMO ESE ORIGEN ES UNO CON TODAS LAS VIDAS, CONOCERÁ EL FUNCIONAMIENTO DE TODO EL MUNDO DEL DHARMA DEL UNIVERSO.
EL MAÚM DE BUDA Y MI MAÚM NO SON DOS, LA VIDA DE BUDA Y MI VIDA NO SON DOS, Y EL CUERPO DE BUDA Y MI CUERPO NO SON DOS. COMO ASÍMISMO, LA VIDA DE TODAS LAS COSAS Y TODOS LOS SERES Y MI VIDA, EL MAÚM DE TODAS LAS COSAS Y TODOS LOS SERES Y MI MAÚM, Y EL CUERPO DE TODAS LAS COSAS Y TODOS LOS SERES Y MI CUERPO, NO SON DOS.

Aquí viene mi comentario :

El Budismo hoy es víctima de muchos herejes que no saben la significación de la enseñanza del Buda, por el ejemplo, este tipo del discurso es típico concepto de la escuela de Vaisesika del hinduismo; vamos a utilizar los sutras y sastras para mostrar donde está la equivocación de este ¨maestro budista¨.

El Bodhisattva Maitreya en sus escritos en el Yogācārabhūmi-śāstra, condena las visiones erróneas de este tipo de discurso (de la escuela de Vaisesika). Asi decía el Bodhisattva Maitreya: Si una persona, a través de la meditación, ha obtenido muchos poderes sobrenaturales, pero la persona todavía no ha llegado al estado de la iluminación. Esta persona no sabe que sus poderes sobrenaturales vienen de su verdadero Yo (alayavijnana). Esta persona empuja su propia reflexión y se imagina que existe en el espacio universal y dentro de este espacio existe un tipo de energía universal, y se cree que esa energía es capaz de crear todos los tipos del funcionamiento de todo el mundo del dharma del universo; la persona se imagina que dentro de este espacio vacío, y todas las personas (mejor dicho que todos los seres sensibles) se forman con esa energía, y que esa energía es la verdadera totalidad, y se creé que esa energía es el origen de todo, y piensa que así es el verdadero corazón, porque la persona piensa que él mismo y esta energía no son dos, su vida y las vidas de los demás seres humanos no tienen diferencia.

Es una visión equivocada, esta persona no sabe que no existe este tipo de energía en el espacio. Este tipo de energía solo existe en la imaginación de la mente de esta persona.

Así es el concepto imaginario de la Escuela de Vaisesika y este tipo de concepto fueron rechazados por el Buda y los grand Bodhisattvas.
Además en el Yogācārabhūmi-śāstra, Vijnaptimatratasiddhi-sastra y el Lankavatara Sutra, muchos escritos han rechazado esta visión errónea.
Entre los practicantes budistas que obtienen los poderes sobrenaturales, la mayoría se adherirán a esta falsa visión de la Escuela de Vaisesika. Y en general estos practicantes cultivaron un inmenso orgullo, pensando que realmente se iluminan.

Aunque, en estas personas, que tienen poderes sobrenaturales, al morir, no van a escapar de los frutos kármicos que les llevará en los tres caminos malos de la reencarnación. Estas visiones erróneas de la Escuela de Vaisesika son ilógicas. Todos ellos adoptan un punto de vista equivocado, los que creen que el espacio es constante y esa energía es la verdadera totalidad que llena el espacio entero, o que imaginan que todos los seres vivos tienen en común y tienen la misma verdad totalidad, y la misma totalidad se permite creer varios series sensibles pequeños. Aquellos que piensan que hay un poder supremo en el espacio, también es incorrecto. Podemos demostrar que no han alcanzado la iluminación. Los anexos a la idea de un verdadero ser en este espacio o la idea de esta energía superior dentro del espacio, implican que todos los seres vivos nacen de un solo verdadero yo,

Este tipo de discurso no es muy lógico, porque si todos tuviéramos el mismo verdadero “yo”, debería haber una sola especie de los seres humanos, o una especie de pájaros o solo los mismos dioses celestes. No deberían existir los tres mundos, los seis caminos de la reencarnación, las cuatro formas de nacer y tampoco existen las diferencias entre la gente.

Si sólo hubiera una verdadera totalidad, podría crear a los diversos seres sensibles. A pesar de que las características de estos seres son idénticas. También en este caso, cualquier pieza de metal debe ser capaz de dar el oro, la plata, el cobre, el aluminio, hierba, madera, flores, fruta ... ya que provienen de la misma totalidad; y de la misma manera una raíz podría crear melones, sandías, berenjenas, calabazas, boniatos, arroz, trigo y así sucesivamente.
Porque todos vienen de la misma totalidad.

Podemos deducir de esto que las ideas de los maestros y seguidores de la Escuela herética de Vaisesika, según la cual el verdadero yo llenaría un vacío y el universo entero. Estas ideas no son ciertas.

Los discursos del “maestro budista” DAEHAENG KUN SUNIM contenían muchos errores. También muchos practicantes budistas se equivocan, Los practicantes no deben confiar en estas visiones erróneas.

Ya hemos mencionado sūtras y sastras para identificar los errores. Pero si realmente quisiéramos entrar en los detalles, necesitaríamos más de tres días y tres noches para contar los detalles.

Este discurso no tiene nada que ver con la enseñanza del Buda. ¡OJO!

AMITOFO


Die Dalai Lamas

»Die Dalai Lamas werden von ihren Anhängern als fortgeschrittene Mahayana Bodhisattvas angesehen, mitfühlende Wesen, die sozusagen ihren eigenen Eintritt in das Nirvana zurückgestellt haben, um der leidenden Menschheit zu helfen. Sie sind demnach auf einem guten Wege zur Buddhaschaft, sie entwickeln Perfektion in ihrer Weisheit und ihrem Mitgefühl zum Wohle aller Wesen. Dies rechtertigt, in Form einer Doktrin, die soziopolitische Mitwirkung der Dalai Lamas, als Ausdruck des mitfühlenden Wunsches eines Bodhisattvas, anderen zu helfen.«

?Hier sollten wir zwei Dinge feststellen, die der Dalai Lama nicht ist: Erstens, er ist nicht in einem einfachen Sinne ein ?Gott-König?. Er mag eine Art König sein, aber er ist kein Gott für den Buddhismus. Zweitens, ist der Dalai Lama nicht das ?Oberhaupt des Tibetischen Buddhismus? als Ganzes. Es gibt zahlreiche Traditionen im Buddhismus. Manche haben ein Oberhaupt benannt, andere nicht. Auch innerhalb Tibets gibt es mehrere Traditionen. Das Oberhaupt der Geluk Tradition ist der Abt des Ganden Klosters, als Nachfolger von Tsong kha pa, dem Begründer der Geluk Tradition im vierzehnten/fünfzehnten Jahrhundert.«

Paul Williams, »Dalai Lama«, in
Clarke, P. B., Encyclopedia of New Religious Movements
(New York: Routledge, 2006), S. 136.

Regierungsverantwortung
der Dalai Lamas

?Nur wenige der 14 Dalai Lamas regierten Tibet und wenn, dann meist nur für einige wenige Jahre.?

(Brauen 2005:6)

»In der Realität dürften insgesamt kaum mehr als fünfundvierzig Jahre der uneingeschränkten Regierungsgewalt der Dalai Lamas zusammenkommen. Die Dalai Lamas sechs und neun bis zwölf regierten gar nicht, die letzten vier, weil keiner von ihnen das regierungsfähige Alter erreichte. Der siebte Dalai Lama regierte uneingeschränkt nur drei Jahre und der achte überhaupt nur widerwillig und auch das phasenweise nicht allein. Lediglich der fünfte und der dreizehnte Dalai Lama können eine nennenswerte Regieruagsbeteiligung oder Alleinregierung vorweisen. Zwischen 1750 und 1950 gab es nur achtunddreißig Jahre, in denen kein Regent regierte!«

Jan-Ulrich Sobisch,
Lamakratie - Das Scheitern einer Regierungsform (PDF), S. 182,
Universität Hamburg

Der Fünfte Dalai Lama,
Ngawang Lobsang Gyatso

Der Fünfte Dalai Lama, Ngawang Lobsang Gyatso

?Der fünfte Dalai Lama, der in der tibetischen Geschichte einfach ?Der Gro?e Fünfte? genannt wird, ist bekannt als der Führer, dem es 1642 gelang, Tibet nach einem grausamen Bürgerkrieg zu vereinigen. Die ?ra des fünften Dalai Lama (in etwa von seiner Einsetzung als Herrscher von Tibet bis zum Beginn des 18. Jahrhunderts, als seiner Regierung die Kontrolle über das Land zu entgleiten begann) gilt als pr?gender Zeitabschnitt bei der Herausbildung einer nationalen tibetischen Identit?t - eine Identit?t, die sich im Wesentlichen auf den Dalai Lama, den Potala-Palast der Dalai Lamas und die heiligen Tempel von Lhasa stützt. In dieser Zeit wandelte sich der Dalai Lama von einer Reinkarnation unter vielen, wie sie mit den verschiedenen buddhistischen Schulen assoziiert waren, zum wichtigsten Beschützer seines Landes. So bemerkte 1646 ein Schriftsteller, dass dank der guten Werke des fünften Dalai Lama ganz Tibet jetzt ?unter dem wohlwollenden Schutz eines wei?en Sonnenschirms zentriert? sei; und 1698 konstatierte ein anderer Schriftsteller, die Regierung des Dalai Lama diene dem Wohl Tibets ganz so wie ein Bodhisattva - der heilige Held des Mahayana Buddhismus - dem Wohl der gesamten Menschheit diene.?

Kurtis R. Schaeffer, »Der Fünfte Dalai Lama Ngawang Lobsang Gyatso«, in
DIE DALAI LAMAS: Tibets Reinkarnation des Bodhisattva Avalokite?vara,
ARNOLDSCHE Art Publishers,
Martin Brauen (Hrsg.), 2005, S. 65

Der Fünfte Dalai Lama:
Beurteilungen seiner Herrschaft I

?Gem?? der meisten Quellen war der [5.] Dalai Lama nach den Ma?st?ben seiner Zeit ein recht toleranter und gütiger Herrscher.?

Paul Williams, »Dalai Lama«, in
(Clarke, 2006, S. 136)

?Rückblickend erscheint Lobsang Gyatso, der ?Gro?e Fünfte?, dem Betrachter als überragende, allerdings auch als widersprüchliche Gestalt.?

Karl-Heinz Golzio / Pietro Bandini,
»Die vierzehn Wiedergeburten des Dalai Lama«,
O.W. Barth Verlag, 1997, S. 118

»Einmal an der Macht, zeigte er den anderen Schulen gegenüber beträchtliche Großzügigkeit. […] Ngawang Lobsang Gyatso wird von den Tibetern der ›Große Fünfte‹ genannt, und ohne jeden Zweifel war er ein ungewöhnlich kluger, willensstarker und doch gleichzeitig großmütiger Herrscher.«

Per Kvaerne, »Aufstieg und Untergang einer klösterlichen Tradition«, in:
Berchert, Heinz; Gombrich, Richard (Hrsg.):
»Der Buddhismus. Geschichte und Gegenwart«,
München 2000, S. 320

Der Fünfte Dalai Lama:
Beurteilungen seiner Herrschaft II

?Viele Tibeter gedenken insbesondere des V. Dalai Lama bis heute mit tiefer Ehrfurcht, die nicht allein religi?s, sondern mehr noch patriotisch begründet ist: Durch gro?es diplomatisches Geschick, allerdings auch durch nicht immer skrupul?sen Einsatz machtpolitischer und selbst milit?rischer Mittel gelang es Ngawang Lobzang Gyatso, dem ?Gro?en Fünften?, Tibet nach Jahrhunderten des Niedergangs wieder zu einen und in den Rang einer bedeutenden Regionalmacht zurückzuführen. Als erster Dalai Lama wurde er auch zum weltlichen Herrscher Tibets proklamiert. Unter seiner ?gide errang der Gelugpa-Orden endgültig die Vorherrschaft über die rivalisierenden lamaistischen Schulen, die teilweise durch blutigen Bürgerkrieg und inquisitorische Verfolgung unterworfen oder au?er Landes getrieben wurden.

Jedoch kehrte der Dalai Lama in seiner zweiten Lebenshälfte, nach Festigung seiner Macht und des tibetischen Staates, zu einer Politik der Mäßigung und Toleranz zurück, die seinem Charakter eher entsprach als die drastischen Maßnahmen, durch die er zur Herrschaft gelangte. Denn Ngawang Lobzang Gyatso war nicht nur ein Machtpolitiker und überragender Staatsmann, sondern ebenso ein spiritueller Meister mit ausgeprägter Neigung zu tantrischer Magie und lebhaftem Interesse auch an den Lehren andere lamaistischer Orden. Zeitlebens empfing er, wie die meisten seiner Vorgänger, gebieterische Gesichte, die er gegen Ende seines Lebens in seinen ›Geheimen Visionen‹ niederlegte.«

(Golzio, Bandini 1997: 95)

Der Dreizehnte Dalai Lama,
Thubten Gyatso

Der Dreizehnte Dalai Lama, Thubten Gyatso

?Ein anderer, besonders wichtiger Dalai Lama war der Dreizehnte (1876-1933). Als starker Herrscher versuchte er, im Allgemeinen ohne Erfolg, Tibet zu modernisieren. ?Der gro?e Dreizehnte? nutzte den Vorteil des schwindenden Einflusses China im 1911 beginnenden Kollaps dessen Monarchie, um faktisch der vollst?ndigen nationalen Unabh?ngigkeit Tibets von China Geltung zu verschaffen. Ein Fakt, den die Tibeter von jeher als Tatsache erachtet haben.?

Paul Williams, »Dalai Lama«, in
(Clarke, 2006, S. 137)

?Manche m?gen sich vielleicht fragen, wie die Herrschaft des Dalai Lama im Vergleich mit europ?ischen oder amerikanischen Regierungschefs einzusch?tzen ist. Doch ein solcher Vergleich w?re nicht gerecht, es sei denn, man geht mehrere hundert Jahre in der europ?ischen Geschichte zurück, als Europa sich in demselben Zustand feudaler Herrschaft befand, wie es in Tibet heutzutage der Fall ist. Ganz sicher w?ren die Tibeter nicht glücklich, wenn sie auf dieselbe Art regiert würden wie die Menschen in England; und man kann wahrscheinlich zu Recht behaupten, dass sie im Gro?en und Ganzen glücklicher sind als die V?lker Europas oder Amerikas unter ihren Regierungen. Mit der Zeit werden gro?e Ver?nderungen kommen; aber wenn sie nicht langsam vonstatten gehen und die Menschen nicht bereit sind, sich anzupassen, dann werden sie gro?e Unzufriedenheit verursachen. Unterdessen l?uft die allgemeine Verwaltung Tibets in geordneteren Bahnen als die Verwaltung Chinas; der tibetische Lebensstandard ist h?her als der chinesische oder indische; und der Status der Frauen ist in Tibet besser als in beiden genannten L?ndern.?

Sir Charles Bell, »Der Große Dreizehnte:
Das unbekannte Leben des XIII. Dalai Lama von Tibet«,
Bastei Lübbe, 2005, S. 546

Der Dreizehnte Dalai Lama:
Beurteilungen seiner Herrschaft

?War der Dalai Lama im Gro?en und Ganzen ein guter Herrscher? Dies k?nnen wir mit Sicherheit bejahen, auf der geistlichen ebenso wie auf der weltlichen Seite. Was erstere betrifft, so hatte er die komplizierte Struktur des tibetischen Buddhismus schon als kleiner Junge mit ungeheurem Eifer studiert und eine au?ergew?hnliche Gelehrsamkeit erreicht. Er verlangte eine strengere Befolgung der m?nchischen Regeln, veranlasste die M?nche, ihren Studien weiter nachzugehen, bek?mpfte die Gier, Faulheit und Korruption unter ihnen und verminderte ihren Einfluss auf die Politik. So weit wie m?glich kümmerte er sich um die zahllosen religi?sen Bauwerke. In summa ist ganz sicher festzuhalten, dass er die Spiritualit?t des tibetischen Buddhismus vergr??ert hat.

Auf der weltlichen Seite stärkte er Recht und Gesetz, trat in engere Verbindung mit dem Volk, führte humanere Grundsätze in Verwaltung und Justiz ein und, wie oben bereits gesagt, verringerte die klösterliche Vorherrschaft in weltlichen Angelegenheiten. In der Hoffnung, damit einer chinesischen Invasion vorbeugen zu können, baute er gegen den Widerstand der Klöster eine Armee auf; vor seiner Herrschaft gab es praktisch keine Armee. In Anbetracht der sehr angespannten tibetischen Staatsfinanzen, des intensiven Widerstands der Klöster und anderer Schwierigkeiten hätte er kaum weiter gehen können, als er es tat.

Im Verlauf seiner Regierung beendete der Dalai Lama die chinesische Vorherrschaft in dem großen Teil Tibets, den er beherrschte, indem er chinesische Soldaten und Beamte daraus verbannte. Dieser Teil Tibets wurde zu einem vollkommen unabhängigen Königreich und blieb dies auch während der letzten 20 Jahre seines Lebens.«

Sir Charles Bell in (Bell 2005: 546-47)

Der Vierzehnte Dalai Lama,
Tenzin Gyatso

Der Vierzehnte Dalai Lama, Tenzin Gyatso

?Der jetzige vierzehnte Dalai Lama (Tenzin Gyatso) wurde 1935 geboren. Die Chinesen besetzten Tibet in den frühen 1950er Jahren, der Dalai Lama verlie? Tibet 1959. Er lebt jetzt als Flüchtling in Dharamsala, Nordindien, wo er der Tibetischen Regierung im Exil vorsteht. Als gelehrte und charismatische Pers?nlichkeit, hat er aktiv die Unabh?ngigkeit seines Landes von China vertreten. Durch seine h?ufigen Reisen, Belehrungen und Bücher macht er den Buddhismus bekannt, engagiert sich für den Weltfrieden sowie für die Erforschung von Buddhismus und Wissenschaft. Als Anwalt einer ?universellen Verantwortung und eines guten Herzens?, erhielt er den Nobelpreis im Jahre 1989.?

Paul Williams, »Dalai Lama«, in
(Clarke, 2006, S. 137)

Moralische Legitimation
der Herrschaft Geistlicher

Für Sobisch ist die moralische Legitimation der Herrschaft Geistlicher ?außerordentlich zweifelhaft?. Er konstatiert:

?Es zeigte sich auch in Tibet, da? moralische Integrit?t nicht automatisch mit der Zugeh?rigkeit zu einer Gruppe von Menschen erlangt wird, sondern allein auf pers?nlichen Entscheidungen basiert. Vielleicht sind es ?hnliche überlegungen gewesen, die den derzeitigen, vierzehnten Dalai Lama dazu bewogen haben, mehrmals unmi?verst?ndlich zu erkl?ren, da? er bei einer Rückkehr in ein freies Tibet kein politische Amt mehr übernehmen werde. Dies ist, so meine ich, keine schlechte Nachricht. Denn dieser Dalai Lama hat bewiesen, da? man auch ohne ein international anerkanntes politisches Amt inne zu haben durch ein glaubhaft an ethischen Grunds?tzen ausgerichtetes beharrliches Wirken einen enormen Einfluss in der Welt ausüben kann.?

Jan-Ulrich Sobisch,
Lamakratie - Das Scheitern einer Regierungsform (PDF), S. 190,
Universität Hamburg